Siete municipios lanzan alerta por guaqueo de patrimonio arqueológico

El balance, preparado por la Procuraduría General -miembro del Convenio Interinstitucional- y que será presentado en el Archivo General de la Nación, señala que en un sondeo realizado en 1.102 municipios del país sobre el estado y presencia de bienes arqueológicos y culturales 294 atendieron el llamado. De estos, siete dijeron tener serios problemas para proteger y conservar los bienes considerados como patrimonio nacional. Reconocen que varios de los lugares en donde se encuentran las piezas están siendo guaqueados. La administración de Florencia denunció, por ejemplo, que "ha sido objeto de vandalismo" el patrimonio arqueológico los petroglifos del Río Hacha, en el Puente del Encanto. El municipio de Villavieja (Huila) informó que ante las dificultades para prestar protección fueron saqueados los hipogeos en el resguardo indígena Pijao Páez y en la ribera del Río Magdalena. En ese mismo departamento, el alcalde de Pitalito reportó, por su parte, 231 piezas arqueológicas y manifestó que tiene "grandes dificultades para la conservación de estos elementos por carecer de un sitio con las condiciones técnicas". Y el alcalde de Yolombó (Antioquia) señaló que "algunos bienes, parte del patrimonio cultural mueble" se han perdido. Los casos que más preocupan a la Procuraduría son los de Tópaga y Sutatenza (Boyacá) y Segovia (Antioquia), en donde se solicitó la intervención inmediata del Convenio para frenar el saqueo y destrucción de los bienes. "El municipio de Segovia fue habitado en la época precolombina y prehispánica por los indios Tahamies y Yamesies, cuyos elementos enterrados siguen siendo objeto de guaquería, información que amerita la urgente intervención", señaló el Ministerio Público. En Guane (Santander) fue necesario que el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Ichan) interviniera ante el constante saqueo en el cementerio de Guanes, que tiene su asentamiento en las veredas de Macanal y Piedealto, en donde se encontraron ollas y figuras de barro. Las piezas decomisadas quedaron bajo la protección del Ichan. Por su parte, Policía, Fiscalía, Dijín e Interpol señalaron que uno de los departamentos más sensibles al hurto de estos bienes es Boyacá, en donde la Policía de Turismo se ha dedicado a la vigilancia del arte religioso de las iglesias, blanco de delincuentes. En el Huila, esta Policía se ha centrado en diseñar campañas para que se denuncie el saqueo de bienes arqueológicos.
El Ministerio Público destacó en el informe que la mayoría de los municipios que respondieron aseguraron haber incluido dentro de su Plan de Ordenamiento Territorial (POT) la protección y conservación de las piezas. El Tiempo - Internet - 16 de septiembre de 2008